El museo muestra varios ejemplares de animales que vivieron durante la era cenozoica en este país, tales como mastodontes, perezosos y armadillos gigantes, entre otros. También se cuenta una colección de objetos arqueológicos procedentes de la cultura maya de la región.
Construido a mediados del siglo XVII con techos de hoja de palma que fueron incendiados por los piratas en el año 1,686 destruyéndolo por completo. Posteriormente fue reconstruido formalmente bajo la Dirección de Andrés Ortiz de Urbina.
Encuentra exposiciones temporales de artesanías, se imparten talleres artesanales. Cuenta con áreas jardinizadas, parqueo público y seguridad. Tiene un restaurante en donde se puede degustar de la gastronomía guatemalteca.